La metodología de este grupo hace énfasis en el tipo de
diseño utilizado y la calidad de los estudios publicados, basándose finalmente en
tres elementos claves:
2. Niveles de evidencia clasificados según diseño de estudio
de I a III, disminuyendo en calidad según se acrecienta numéricamente. Para el
número II se subdivide en números arábigos del 1 al 3.
3. Niveles de evidencia clasificados según la validez
interna o calidad metodológica del estudio, en buena, moderada e insuficiente.
1. Un orden para los grados de recomendación,
establecido por letras del abecedario donde, las letra A y B indican que existe
evidencia para ejercer una acción (se recomienda hacer); D y E indican que no
debe llevarse a cabo una maniobra o acción determinada (se recomienda no
hacer); la letra C, indica que la evidencia es "conflictiva", o sea,
que existe contradicción. Y la letra I que indica insuficiencia en calidad y
cantidad de evidencia para establecer una recomendación.


Como todo sistema de clasificación, este presenta algunas
debilidades que se mencionan a continuación:
- No abarca toda la dimensionalidad de la problemática de la "prevención", respecto a las condiciones particulares de quienes son sujeto de la aplicación de medidas preventivas.
- En su análisis no se incorpora el ámbito financiero para la factibilidad de las intervenciones preventivas.
- La propuesta sólo se basó en población canadiense, por ende, el uso de las recomendaciones sólo puede ser extrapolada a poblaciones similares a ésta; por ello, esta propuesta tiene un inconveniente relacionado con su validez externa que ha de ser valorado al momento de pretender aplicarla en otros escenarios, pues de lo contrario se corre el riesgo de incurrir en esfuerzos económicos con resultados erráticos.
- No contempla la relación del paciente, sus expectativas y su medio, para establecer las recomendaciones.
- Puede inducir a errores al momento de valorar las recomendaciones para su puesta en práctica en los sistemas estatales de salud, esto quiere decir que una recomendación B puede ser menospreciada pudiendo tener un beneficio importante para la población.
- No contempla otro tipo de áreas de investigación como tratamiento, etiología, daño, pronóstico, etc.
FUENTE:
Manterola Carlos, Asenjo-Lobos Claudla, Otzen Tamara. Jerarquización de la evidencia: Niveles de evidencia y grados de recomendación de uso actual. Rev. chil. infectol. [Internet]. 2014 Dic [citado 2020 Mar 19] ; 31( 6 ): 705-718. Disponible en: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0716-10182014000600011&lng=es. http://dx.doi.org/10.4067/S0716-10182014000600011.
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